La eterna frustración

“En el arte vas a encontrar frustración”

Siempre lo hemos dicho, el manejo de la diabetes es un arte.

Hace poco decidí incursionar un poco en el mundo de la pintura… y lo primero que encontré y que me advirtieron, es que en el arte vive la frustración. Pero, ¿de dónde viene esa frustración?

Vamos por pasos, digamos que la frustración es la imposibilidad de satisfacer un deseo… ¿deseo de qué?…

En el arte, digamos que es el deseo de que el trazo llegue a ser lo que está en nuestra cabeza, que la nota sea la adecuada, que lo que estamos ejecutando resulte en aquello que deseamos externar, representar, transmitir. No me meteré en embrollos, pero el artista, cualquiera que sea su materia, experimenta frustración en algún momento, en mayor o menor medida.

Antes de experimentar la frustración de la pintura, ya había experimentado bastantes frustraciones por ese otro arte llamado diabetes, al cual, realmente nunca sentí emoción de incursionar.

Número bajo: frustración

Número alto: frustración

Mis comidas no fueron planeadas hoy: frustración

No hice suficiente ejercicio físico: frustración.

No bebí suficiente agua: frustración

Y así podría seguir con los mil y un escenarios del día a día de una persona con diabetes, la cual desea a toda costa que los objetivos de su tratamiento sean manejados y logrados con total facilidad y plenitud, pero aceptémoslo, todo ello nos lleva una y mil veces a un escenario donde la frustración casi siempre se hace presente.

Quizá la tolerancia a la frustración es uno de esos dones que también me ha regalado mi diabetes.